El momento de la comunión en la vida de tu hijo es muy importante como evento religioso. Es el día en que tu hijo recibe a Dios por primera vez e ingresa de una forma más adulta en la fe católica. Como fotógrafa, como artista, mi objetivo es el de ver detrás de las historias.
Entender lo que sienten los protagonistas y respetarles. Una comunión es un día muy especial en la vida de tu hijo porque es un antes y un después en su infancia.
¿Recuerdas cuando eras un niño? Mirabas con admiración a los niños mayores. ¡Ellos incluso habían hecho ya la comunión! Seguro que anhelabas llegar a tener su edad, tener esa madurez, esa evolución, sin dejar de ser un niño.
Tu hijo lleva esperando el día de su comunión gran parte de su corta vida y es nuestra responsabilidad como adultos, que le acompañan en su camino en la vida, hacer que sus momentos más importantes dejen constancia en su vida. Impedir que pasen desapercibidos
Mírate ahora. ¿No has buscado últimamente tus fotos de comunión con motivo de la de tu hijo? Eran otros tiempos, es posible que tengas poco material, pero te acuerdas de todo, ¿verdad? Del preciso instante en el que se apretó el disparador.
Lo que querrá el pequeño, dentro de unos años es recordar su infancia y un momento más icónico en la etapa más bonita de su vida es el día de su primera comunión. Somos capaces de recordar este día incluso con mayor precisión debido a su importancia. Guardamos este día en la memoria y la fotografía nos pone el color, el contexto, la realidad, nos permite volverlo a vivir, a sentir, a oler...